Desde la Junta Directiva de la Federación por el Patrimonio de Castilla y León, comunicamos nuestra oposición al derribo de la antigua estación de ferrocarril de Mingorría (Ávila) que data de 1864.
El patrimonio ferroviario merece el mayor de los respetos, como patrimonio industrial y la huella que este nos ha dejado especialmente en la construcción de nuestra identidad actual.
Instamos a ADIF, propietaria de los bienes inmuebles a derribar, a reconsiderar esta decisión permitiendo un margen para abrir un espacio de diálogo con las instituciones regionales, provinciales y locales, y la sociedad civil local, teniendo en cuenta a la Asociación La Tusa, de la citada villa de Mingorría.
Aunque los bienes no dispongan de una figura de protección legal en parámetros patrimoniales, se debe considerar que ostentan la identidad y memoria de un pueblo. De este modo instamos a reconsiderar la decisión, hasta avanzar en la obtención de una figura legal de protección como un bien patrimonial.
Una sociedad que pretende plantearse retos en el ámbito demográfico, en el patrimonio cultural, en el avance de la preservación de la memoria viva y del legado que ha construido el andamio sociocultural que sustenta nuestra identidad, no puede permitirse el lujo de asumir estas pérdidas patrimoniales. Unas pérdidas que sólo ahondan en el sentimiento de abandono de las áreas rurales y en la frustración de la pérdida de oportunidades.
Demos una oportunidad a la histórica estación de ferrocarril de Mingorría (Ávila)
