La utilización de los espacios públicos para eventos o promociones en Salamanca

«Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio» de Salamanca valora negativamente la utilización de los espacios públicos de la ciudad para la celebración de eventos y de otras actividades, que suelen ser publicitarias o mercantiles, por ser generalmente insostenibles e inadecuadas para los lugares en los que tienen lugar.

Durante gran parte de la primavera, y también en estos días, se han celebrado diferentes ferias en la Plaza de los Bandos, el lugar más utilizado pese a su monumentalidad y personalidad, en la Plaza Mayor, en la Plaza de Anaya, en el Patio Chico, en el Parque de la Alamedilla o como en septiembre se anuncia para el Campo de San Francisco.

La Asociación entiende que el Ayuntamiento de Salamanca no hace una valoración adecuada sobre el impacto que todo ello tiene para el patrimonio, para el uso y disfrute de los espacios públicos de acuerdo con los estándares por todos aceptados, para la convivencia, para la calidad de vida, así como de los daños y molestias que causan a los salmantinos y a quienes nos visitan.

Todo ello pone de manifiesto que Salamanca no cuenta con lugares preparados para acoger esas actividades en unas condiciones adecuadas y no improvisadas, donde su instalación y desmontaje pueda llevarse a cabo en la forma en que a los promotores les gustaría y, lo que es peor, no se trata de una circunstancia nueva. Desde el Ayuntamiento de Salamanca se obvia y se niega en primer lugar el problema y en segundo lugar el diálogo con el conjunto de la ciudadanía para reconducir la situación a parámetros admisibles donde sean esos eventos los que se adapten a la ciudad y sus espacios, o busquen otros, y no al contrario, como viene sucediendo.

Quienes, desde las instituciones y las empresas privadas, pergeñan esas actividades no contemplan las consecuencias que sus propuestas tienen para los ciudadanos. Si bien esas ansias de beneficio particular son terribles, por egoístas, no menos terrible es la actitud complaciente e indiferente del Ayuntamiento de Salamanca al conceder permisos sin una evaluación completa y previa que contemple todas las consecuencias o que, cuanto menos, a posteriori se hiciese un serio propósito de enmienda.

El Plan de Gestión Integral de la Ciudad Vieja debería servir, entre otras muchas cosas, para hacer una gestión adecuada de cuanto acontece en la ciudad histórica, lo que incluye el espacio público, sus calles y sus plazas, protegiendo la imagen de la ciudad, de sus monumentos, y garantizando la calidad de vida de quienes la habitan.

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